Aromaterapia, acordes de música de Tai Chi y una copa de
vino me ayudan a despejar mi mente y concentrarme en los recuerdos para
escribir un nuevo relato.
Me encontraba a las puertas de
los 40 años, casi no lo podía creer, de
pronto me confrontaba con una realidad para la que aún no estaba preparada, era
duro aceptar ese número de años vividos,
yo no lograba superar el desconcierto ni las múltiples sensaciones
que me embargaban. Me miraba al espejo y
me veía joven, observaba mi cuerpo y no concebía que a la mirada de los demás
impresionara esos años. Una tarde decidí colocar mi mejor vestido, mis zapatos
de tacones altos, maquillaje, perfume y salí a la calle segura que cualquiera
que me mirara percibiría de inmediato que yo estaba muy lejos de esa edad tan
aplastante para mí. Caminaba segura y feliz por la calle, observando con orgullo que más de
una mirada masculina se detenía en mis piernas y en mi cuerpo... fue entonces que
ocurrió lo que me devolvió a la
realidad: dos jóvenes que pasaron junto a mi decidieron regalarme el PIROPO más
desconcertante que recibí jamás: LAS ABUELAS SE REVELAN … lo dijeron de forma
respetuosa con una mirada compasiva y de admiración … bueno, las mujeres saben
a lo que me refiero y los hombres pueden imaginarlo … no logre terminar mi
paseo, regresé a mi casa con el corazón oprimido y unas ganas de llorar
tremenda, fue el momento en que definitivamente acepté que empezaba a envejecer
a los ojos de los demás y por lo tanto tenía que encontrar la filosofía
adecuada para iniciar ese camino.
Desmoralizada como estaba, mi
cuerpo y mi espíritu se encontraban debilitados y susceptibles para absorber
cualquier tipo de energía negativa. Una
extraña enfermedad empezó a apoderarse de mi cuerpo. De pronto se
inmovilizó mi brazo derecho y apenas podía sostenerme en pie. Especialistas en
medicina estudiaron mi situación, realizaron todo tipo de exámenes especiales
pero yo no lograba apenas levantarme de la cama. Aparentemente tenía un nervio
presionado entre dos vértebras lo cual solo podía solucionarse con una cirugía
muy peligrosa.
Se vivían tiempos muy difíciles
en mi país y mi situación económica era en extremo critica.
Por una circunstancia específica había llegado a mi vida una amiga temporal quien estrechó lazos de amistad conmigo rápidamente. Esta amiga tenia una posición económica buena y disfrutaba de una vida muy agradable.Cuando menos me lo esperaba y sin previo aviso, esta amiga recién estrenada, apareció en mi casa y me obligó a vestir e ir con ella a un lugar que no me especificó claramente. Yo casi no podía caminar y con su ayuda llegué a un coche que me esperaba a las puertas del edificio donde vivía en ese momento.
Por una circunstancia específica había llegado a mi vida una amiga temporal quien estrechó lazos de amistad conmigo rápidamente. Esta amiga tenia una posición económica buena y disfrutaba de una vida muy agradable.Cuando menos me lo esperaba y sin previo aviso, esta amiga recién estrenada, apareció en mi casa y me obligó a vestir e ir con ella a un lugar que no me especificó claramente. Yo casi no podía caminar y con su ayuda llegué a un coche que me esperaba a las puertas del edificio donde vivía en ese momento.
No recuerdo nada del trayecto,
era tal mi situación.
Llegamos a un barrio de los más
marginales de la ciudad. Yo no tenía conciencia cierta de donde me encontraba,
solo veía la calles de tierra, el aspecto de las personas que caminaban y
finalmente la casa donde llegamos.
Nos recibieron una señora de piel oscura y rostro agradable y otros rostros que hoy no recuerdo. Con mucho cuidado me llevaron a una habitación y me sentaron en una silla de madera. La señora se sentó frente a mí y saco unos caracoles, la acompaño un hombre. Entre cartas y caracoles fueron develando los misterios de mi estado: hablaron del pasado, del presente y del futuro. Fueron tan precisos que yo no sabía lo que pensar. Lo que más me interesaba era el presente, y fue ahí donde nos concentramos. De acuerdo con los resultados de la consulta una impresionante fuerza negativa me envolvía y me tenía atrapada, algo que había llegado a mi a través de alguna persona que me estaba haciendo mal y cuyo objetivo era claramente acabar con mi vida. La presencia de un muerto que tenía como indicación hacer todo lo posible por llevarme con él al otro mundo, estaba asegurándose de que los médicos decidieran realizar una cirugía que sería la clave para terminar con mi vida. Las cosas que se explicaron en ese momento fueron tan precisas y tan reales que fue imposible no creer en lo que estaba viviendo y escuchando.
Nos recibieron una señora de piel oscura y rostro agradable y otros rostros que hoy no recuerdo. Con mucho cuidado me llevaron a una habitación y me sentaron en una silla de madera. La señora se sentó frente a mí y saco unos caracoles, la acompaño un hombre. Entre cartas y caracoles fueron develando los misterios de mi estado: hablaron del pasado, del presente y del futuro. Fueron tan precisos que yo no sabía lo que pensar. Lo que más me interesaba era el presente, y fue ahí donde nos concentramos. De acuerdo con los resultados de la consulta una impresionante fuerza negativa me envolvía y me tenía atrapada, algo que había llegado a mi a través de alguna persona que me estaba haciendo mal y cuyo objetivo era claramente acabar con mi vida. La presencia de un muerto que tenía como indicación hacer todo lo posible por llevarme con él al otro mundo, estaba asegurándose de que los médicos decidieran realizar una cirugía que sería la clave para terminar con mi vida. Las cosas que se explicaron en ese momento fueron tan precisas y tan reales que fue imposible no creer en lo que estaba viviendo y escuchando.
Era urgente realizar un
procedimiento para expulsar a ese ente negativo de mi cuerpo. Fue una
experiencia impresionante, pase horas junto a esas personas que se entregaron a
los rituales correspondientes, pagados
por esta amiga temporal que aparentemente llego a mi vida solo con ese
objetivo.
Nunca más he sabido de esa amiga.
No he logrado encontrarla, se esfumo en el tiempo. Pero siempre estará en mi
memoria. Me salvó la vida, pago los gastos que implicaba la ceremonia
realizada que salvó mi vida: yo nunca habría podido pagarlo.
La realidad es que en los siete
días siguientes empecé a mejorar y de pronto recupere la movilidad del brazo, los médicos decidieron que no era necesario intervenir quirúrgicamente, posiblemente habían cometido algún error al evaluar la situación.
Esta no fue la única vez que
estuve cerca de una cirugía y gracias a estas artes ocultas terminé por no
realizarla.
Es asi como he vivido, siempre
colocada delante de situaciones extremas y extrañas. Protegida por las fuerzas
positivas que me rodean y que no han permitido que las influencias negativas
acaben con mi vida.
Se dice que cuando llegamos a la
vida venimos acompañados de igual número de fuerzas positivas que negativas,
algo así como espíritus positivos y negativos. Los positivos tienen como tarea
ayudarnos a pasar la vida que nos toca vivir y los negativos tienen como
responsabilidad acompañarnos de regreso al mundo de los muertos. Es siempre una
lucha entre estas dos tendencias, los espíritus protectores y los que quieren
que termine su permanencia en la tierra. Creo que en mi caso mis espíritus
protectores siempre me han ayudado a encontrar el camino para burlar las
influencias de los que desean acompañarme a la otra vida.
Doy gracias a mis
protectores y deseo que continúen
ayudándome como hasta ahora lo han realizado.
En un próximo relato les contare los rituales específicos que se realizaron en ese dia.
En un próximo relato les contare los rituales específicos que se realizaron en ese dia.
Si desean experiencias como estas no dejen de visitarnos en : www.mioraculo.com
solicite una consulta y le aseguro que solucionara sus problemas de igual forma que lo he solucionado yo ...