Todos los sucesos de mi vida han sido de alguna forma
extraordinarios. Mis amigos mas cercanos suelen decirme que tengo un extraño
don para atraer las cosas muy buenas o las muy malas, nunca he estado en los
tonos grises.
Viví una infancia feliz, una primera juventud normal y los 15 años siguientes fueron de horribles pesadillas que
no vale la pena recordar. Finalmente llego la calma y con ella el extremo de las cosas buenas y ahí me encuentro
hoy, disfrutando de un estado tal que ni logro avergonzarme en relatar historias,
aun sin tener idea de lo que es hacer literatura.
El relato de hoy se refiere al suceso que me permitió
sobrevivir a los años negros de mi vida.
Hacia 8 años que me había casado y no lograba concebir un hijo. Comencé a
buscar soluciones desesperadamente. Pase por un chequeo médico intenso y todo
tipo de exámenes; en ese momento se realizaban sin utilizar anestésicos u otros
métodos para disminuir el dolor. Asi pase tres años, entre doctores,
medicamentos y hospitales.
Como es común en mi vida y por casualidad, encontré una
persona que me sugirió asistir a una consulta de un espiritista que, además de
estar relacionado con el mundo de los espíritus, de los muertos y de los
orishas, lograba curar enfermedades de todo tipo.
Decidí, valientemente, que en caso de no hacerme bien tampoco
me haría daño, asi que no tenía razones para no ir.
Con los temores normales en estos casos, y con la curiosidad
a flor de piel llegue decidida a enfrentarme a este nuevo reto.
Era un espacio ubicado en el centro de una ciudad,
limpio, organizado y donde se respiraba paz y confianza. Varias personas
esperaban sentadas en viejas sillas con rostros ansiosos y esperanzados.
Finalmente mi turno
para encontrarme con esa experiencia. Ante mi un hombre de unos 60 años, con un
rostro agradable y tranquilo que inspiraba una gran confianza desde el primer
momento que lo mirabas. Realizo los rituales habituales y comenzó a relatar pasajes
de mi vida pasada y presente: escalofriantes por su acierto. Concluyo que necesitaba
una LIMPIEZA con GAJOS DE DIFERENTES PLANTAS y al final de realizado este
extraño proceso y una vez que había expulsado las energías negativas de mi
cuerpo, según me explico el, me indico que yo necesitaba tomar una medicina que
el confeccionaria solo para mi.
La medicina se preparo con un extracto obtenido del
interior de un fruto, que yo conozco con el nombre de GUIRA. Todo
el proceso fue realizado delante de mi, se mezclo con hierbas, polvos y otras cosas que no logre descifrar, al terminar me indico que debía tomar
dos tazas diariamente a partir de una fecha exacta que el fijo.
Eso fue todo. Me fui a casa con el brebaje en mi bolso y con
la sensación de estar haciendo el ridículo.
No obstante, y después de reevaluar la situación detenidamente
decidí iniciar el TRATAMIENTO, sin ninguna esperanza y con esa sensación que
continuaba molestándome ..¿como es que alguien como yo, universitaria y
profesora de ciencias se dejaba influenciar por algo tan subreal?
Mi hijo nació 10 meses después de iniciar el tratamiento; Llego
para iluminar los días oscuros de mi vida y para ayudarme a tener fuerzas para
seguir adelante. Fueron 6 tazas de café de ese mágico brebaje.
Dos de mis amigas, que estaban en la misma situación se
animaron a tomar lo que había quedado, pero no les dio ningún resultado. El
señor que lo preparo me advirtió seriamente que solo tendría efecto en mi.
Casualidad o causalidad?
Nunca podremos saberlo. La realidad es que hace 26 años
disfruto de un hijo saludable y hermoso de cuerpo y alma.
Mis relatos continúan …
Si desea aproximarse a estas experiencias visite nuestro
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Un titulo hermoso y un relato extraordinario.
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